domingo, 25 de marzo de 2012

TU Y YO





Ni puedo y tampoco niego
que el amor leí en tus ojos,
provocándome sonrojos
de amor en llamas de fuego
que con prudencia yo riego.
y con pena he de olvidarte
nunca quisiera dejarte,
pero tu juego no entiendo
ni tu miedo lo comprendo,
y por fuerza yo he de amarte.

Tu dulce voz lacerante
confundida en ese beso,
son el más bello embeleso
en mi corazón amante
de tu caricia anhelante.
Soplo de amor convincente
tratado tan dulcemente,
que con un soplo de estrellas
me llevas y traes a ellas
en ir y venir doliente.


ANA MARIA
1-Enero-2010

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